Expertos en innovación educativa te comparten una guía rápida para diseñar rúbricas atractivas para el alumnado y enfocadas en sus objetivos de aprendizaje, así como recomendaciones para implementarlas exitosamente.
La evaluación es un desafío continuo que requiere diferentes estrategias, técnicas e instrumentos para evaluar el aprendizaje y fortalecer la propiedad de los estudiantes sobre sus procesos de aprendizaje. Las rúbricas se destacan como instrumentos efectivos por su potencial para evaluar el cumplimiento de objetivos y el desarrollo de competencias. Sin embargo, su uso depende en gran medida de la capacidad para diseñarlos de manera efectiva.
Ileana Alejandra Ochoa Arias y José Wbaldo Rivera Nevarez son diseñadores instruccionales, en la Dirección de Innovación Educativa y Aprendizaje Digital, del Tecnológico de Monterrey, y aquí te recomiendan 5 pasos para crear rúbricas efectivas que enriquezcan el aprendizaje de tus alumnos.
Qué son las rúbricas y cómo diseñarlas
Las rúbricas son tablas que incluyen un conjunto de criterios para evaluar la calidad del trabajo de un estudiante. Establecen niveles de rendimiento, así como descripciones de cómo se ven esos niveles. En nuestra experiencia, el diseño de rúbricas efectivas se puede resumir en las siguientes fases:
1. Elige los criterios
En primer lugar, es fundamental que identifiques los objetivos de aprendizaje o competencias de la actividad. A partir de ahí, define de tres a cinco criterios de aprendizaje que te permitan evaluar si se cumplen estos objetivos o competencias. Finalmente, determina los criterios formales para evaluar la calidad profesional-académica del trabajo. Algunos ejemplos de estos criterios son la redacción, el formato y el uso de referencias bibliográficas. Conoce más recomendaciones, aquí.
2. Determina el peso adecuado para cada criterio (opcional)
Algunas rúbricas son solo cualitativas, pero si deseas proporcionar una puntuación, te recomendamos distribuir el valor total de la actividad entre los criterios de aprendizaje. Esto centrará la atención de los estudiantes en los objetivos y/o competencias que se espera que aprendan o adquieran.
Existen varias herramientas que puedes usar para este proceso, tales como Quick Rubric o Rubric Maker. Ambas ofrecen plantillas interactivas que te permiten automatizar el cálculo de la puntuación de cada nivel y descargar las rúbricas para compartir. Conoce más recomendaciones, aquí.
3. Establece niveles de rendimiento significativos
Aunque puedes optar por asignar una puntuación, te recomendamos que el título de los niveles siempre sea cualitativo, por ejemplo “ideal”, “bueno”, “emergente”, o incluso podría incorporar un toque de gamificación con niveles como “veterano”, “pro”, o “principiante”. Luego, colócalos en la rúbrica de mayor a menor y guía a los estudiantes para que lean primero el nivel más alto. Conoce más recomendaciones, aquí.
4. Describe atractivamente cómo es cada nivel
Este es quizás el paso más enriquecedor. Es recomendable crear descripciones que sean muy objetivas y brinden tantos detalles específicos como sea posible. Para ayudar a los(as) estudiantes a apropiarse del proceso de evaluación, evita redactar en tercera persona y, en su lugar, describe los elementos de la tarea como si hablaras con tu alumno(a). Si deseas inspirarte, Rubistar e iRubric son sitios que ofrecen rúbricas por categoría,que puedes descargar y adaptar a las necesidades de tu clase. Conoce más recomendaciones, aquí.
5. Evalúa la rúbrica
Finalmente, evalúa la calidad del instrumento que diseñaste con el apoyo de tus pares y utilizando pruebas piloto. También es recomendable desarrollar un instrumento de autoevaluación basado en los pasos anteriores. Esto debería incluir hacer una lista de verificación para identificar: si la rúbrica evalúa todos los objetivos de aprendizaje o competencias deseadas; si los criterios formales se consideran un requisito y no parte de la calificación; si los niveles de rendimiento se nombran de manera significativa y se distinguen entre sí; y si las descripciones proporcionan una guía útil y accesible sobre lo que se espera. Adicionalmente, te recomendamos verificar dos veces que las instrucciones que des a tus estudiantes los guíen para cumplir con cada nivel. Conoce más recomendaciones, aquí.
Aprovecha todo el potencial de una rúbrica bien diseñada
En general, la implementación de las rúbricas ayuda a mejorar el proceso educativo. Tiene el potencial para centrar la atención de los alumnos en lo que deben atender, facilitando una retroalimentación objetiva y significativa, fomentando además su autogestión y autoevaluación.
Para obtener el máximo provecho de la rúbrica que diseñaste, es recomendable presentarla a tus estudiantes: haz una introducción, demuestra su uso a través de ejemplos y lecturas en grupo, y organiza sesiones individuales en las que utilicen la rúbrica para autoevaluarse con tu apoyo.
Te invitamos a leer el artículo completo “Build effective rubrics in just five steps” para conocer a detalle todas las recomendaciones de los expertos. Accede también a más publicaciones a tu disposición para innovar en tu práctica docente, en el espacio digital THE Campus, del Tecnológico de Monterrey.
Si eres docente del Tecnológico de Monterrey, conoce cómo participar en esta iniciativa, aquí:
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